Hoy 2 de abril, es el Día Nacional de la Concienciación del Autismo y del Asperger, y en el mundo de la salud mental, el autismo ha sido un tema de debate y estudio durante décadas. Pero, ¿qué pasa con nuestras queridas mascotas? ¿pueden también experimentar síntomas similares?
En este #MartesDeMascotas, veremos investigaciones y reflexiones sobre este gran tema.
Primero, ¿Qué es el autismo?
El trastorno del espectro autista es una condición asociada a las personas, generalmente se diagnostica a temprana edad e interviene en el desarrollo del cerebro afectando la manera en que percibe su entorno, socializa e incluso, la forma en que se comunica. El autismo también interviene en patrones de conducta restringidos, temerosos y repetitivos. Es importante entender que este trastorno tiene un amplio listado de síntomas como también niveles de gravedad por eso se le llama “espectro”.
Y ¿En las mascotas es similar?
Desde hace un tiempo, quienes cuidan perritos o gatitos y veterinarios han encontrado algunas similitudes en cuanto al comportamiento entre personas con autismo y mascotas. Por eso la pregunta, ¿puede tener mi peludito está condición?
Hay algunos paralelismos entre personas y mascotas que tienen está condición, por ejemplo:
Dificultades en la interacción social: Al igual que las personas con autismo, algunos peluditos pueden mostrar dificultades para interactuar con otros de su especie o con humanos. Esto podría manifestarse en comportamientos como evitar el contacto visual, mostrar poca o ninguna respuesta a las señales sociales o preferir la soledad.
Patrones de comportamiento repetitivos: Los peluditos con posibles rasgos autistas pueden exhibir comportamientos repetitivos, como dar vueltas en círculos, balancearse, lamerse excesivamente o llevar a cabo actividades obsesivas.
Sensibilidad sensorial: Algunos peluditos pueden ser extremadamente sensibles a ciertos estímulos sensoriales, como el ruido, la luz brillante o ciertos olores. Esta sensibilidad puede causarles estrés o ansiedad, similar a cómo los estímulos sensoriales pueden afectar a las personas con autismo.
Preferencia por la rutina y el orden: pueden mostrar una fuerte preferencia por la rutina y el orden en su entorno. Cualquier cambio en su ambiente o en sus rutinas diarias puede causarles ansiedad o malestar.
Sin embargo, es importante recordar que la comprensión del autismo en mascotas aún está en sus primeras etapas y que se necesitan más investigaciones para comprender completamente esta compleja relación.
¿Cómo puedes ayudar a tu peludito?
Rutina: Establece una rutina diaria para tu perro. Los horarios regulares de alimentación, paseos y tiempo de juego pueden proporcionar seguridad y estabilidad.
Ejercicio: Asegúrate de que tu perro reciba suficiente ejercicio físico y mental. El ejercicio regular puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el bienestar general.
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Y en relación a las personas, ¿cómo ayudan las mascotas a quienes sufren de esta condición?
Pueden desempeñar un papel importante en el apoyo y la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo de diversas maneras:
Comprensión emocional: Las mascotas, especialmente los perros y los gatos, son conocidos por su capacidad para comprender y responder a las emociones humanas. Para las personas con autismo, tener una mascota puede proporcionarles compañía y apoyo emocional, ayudándoles a sentirse más seguros y calmados en situaciones sociales o emocionalmente desafiantes.
También la estimulación sensorial como acariciar su pelaje suave o jugar con ella, puede ayudar a mejorar la coordinación motora y la sensibilidad táctil.
Recuerda, las necesidades y preferencias de cada persona con autismo son únicas, por lo que no todas las mascotas serán adecuadas para todas las personas.
Belover, ¿Puedes dejar un consejo a quienes cuidan de un peludito con alguno de estos sintomas?